Creencias sobre la ropa en nuestra cultura

Las personas nos movemos con acciones, metas y decisiones entre otras cosas. Y tenemos un elemento muy fuerte, que son las creencias. No las religiosas o políticas, que son más o menos conscientes, hay otras muy poderosas que construímos a lo largo de nuestra vida como verdades absolutas. Quizá porque esas creencias sirvieron en algunas situaciones, así que las guardamos como tesoros que pueden contra todo. 

De vez en cuando hay que cuestionar estas ideas, a veces no te permiten ver los cambios posibles. Cuestionarlas es un modo de hacerlas visibles, hay que entrar medio en conflicto y negociar con uno mismo. Como esto ya empieza a parecer un tratado de Programación Neurolingüística, mejor vamos a lo que nos concierne: las creencias sobre la ropa. Esas que nos tienen en un círculo vicioso, preocupados por el calentamiento global pero gastando nuestro dinerito en empresas de tipo Fast Fashion, con un armario con síndrome de Diógenes.

Aquí algunas:

1. La ropa de segunda mano no está limpia o transmite enfermedades. Esto seguro alguien lo ha pensado pero también ha utilizado ropa nueva sin lavar y sin pensar en cómo se tiñen las telas y por todos los sitios en los que estuvo. Sólo por así decirlo, por ejemplo, algunos pediatras recomiendan que la ropa de bebé sea de segunda mano sencillamente porque ya ha sido lavada varias veces, y así la piel delgada de los nenes está en menor contacto con químicos.

2. Solo los pobres adquieren ropa usada o donada. Ni qué decir sobre esta creencia somos clasistas aunque no tengamos ni un centavo xD.

2. Hay que estrenar outfit para nuestro cumpleaños, para navidad, para ir de vacaciones, etc. Esto supongo que viene del hecho de que nos suelen regalar cosas en estas fechas y las estrenamos, o bien porque hay un ritual de celebración,  o vanidad, la verdad no tengo certeza pero veo que es muy común este pensamiento.

3. Guardaré esta ropa porque voy a adelgazar o voy a subir de peso. Y terminas, si bien te va, con una cuarta parte de tu armario funcional.

4. Esta prenda que tengo "n" años sin ponerme puede servirme a algún día. Esta creencia se extiende a electrodomésticos que no sirven, el sillón viejo y roto que alguien conserva en su patio, un neumático viejo, una maceta sin plantas. Somos acumuladores por "si acaso".

5. Esta pieza nunca me gustó, ni la he usado pero me la regaló con mucho cariño una persona, por lo que le haré sentir mal si la dono o la regalo. Bueno, es bonito que las cosas que usemos tengan una historia, pero el cariño no se conserva así. Las cosas si se utilizan están más vivas. Si los donadores de órganos pudieran hablar del más allá, seguro dirían algo así.

6. Qué vergüenza que me vean repetir un atuendo y que me digan que parezco un retrato: "Ya me lo han visto mucho". De nuevo, tenemos el consumismo tan arraigado que no lo cuestionamos. Nos sentimos incompletos muy seguido con las cosas que creemos que nos faltan.  

7. Tengo que comprar ropa nueva, la mía del año pasado ya está fuera de la tendencia. Esto empezó hace unas décadas, se asentó en nuestras mentes cómodamente, lo aceptamos porque resulta placentero observar el trabajo de los artistas y diseñadores, conocer las innovaciones y percibir la belleza. Pero estas tendencias están programadas, es decir, de tendencias nada, esa es la oferta, hay que decirlo así. En cualquier caso abogo porque busquemos un estilo más personal, a expresarnos con nuestra ventimenta sí, pero estar cómodos y ser más prácticos. 

8. Es que es el Black Friday, ¡es que se acaba la oferta! es que...  No caigan en esta trampa. Adquirir nuestras cosas no debería ser una situación tan estresante. Las mercancías no se acaban.
9. Quiero verme mejor que los demás. Esto se relaciona con el mismo punto 7 sobre la expresión personal, primero habría que cuestionarse porqué verse mejor que los demás es necesario y a qué nos referimos con "vestir mejor que los demás". 
10. Yo solo uso ropa de "marca" o esto me costó muy caro. Sin palabras 😓
11. Y por último, una que en lo personal me intriga: el uso de serigrafía en camisetas para ocasiones únicas (celebraciones de cumpleaños por ejemplo). Es decir, el diseño de camisetas que se utilizarán sólo una vez y posteriormente quedan en el olvido o en el mejor de los casos como pijamas.

Si tienen algunas creencias que conozcan pueden comentarlas, me gusta también recibir feedback para aprender.